El fuego prueba la pureza del oro y de
la plata, pero la persona es probada por las alabanzas que recibe. Proverbios 27:21 (NTV)
“Ciertamente,
creo que satanás entrena a batallones de demonios para que susurren una
pregunta a nuestros oídos: ¿Qué piensa la gente de ti?” Max Lucado.
Desde la antigüedad, el oro ha sido reconocido como unos de
los metales más valiosos y hermosos que se pueden encontrar en la naturaleza,
esto debido a características que lo eleva un nivel por encima de los otros
metales. Es considerado como el metal conocido más maleable y dúctil, es un
buen conductor del calor y de la electricidad, es casi indestructible y es
inoxidable. Todo esto aunado a su brillo y belleza, lo colocó en el pedestal
más alto entre los metales, tanto así que si existiera la olimpiada de los
metales, le daríamos la medalla de ORO, si los metales jugaran fútbol le
daríamos el Balón de ORO y si los metales fueran tarjetas de crédito, sería la
Tarjeta DORADA.
Hoy en día encontramos una gran
cantidad de joyas que usan el oro como su principal elemento: zarcillos,
relojes, pulseras, cadenas, aretes, medallas, alianzas, entre otros objetos que
le brindan a las personas que los usan (aparentemente) cierta satisfacción
debido a lo que representa tener algo de oro. El oro, como metal blando, permite las aleaciones con otros metales
que le otorgan dureza para hacer piezas que no pierdan su forma con el paso del
tiempo.
En ocasiones, estas aleaciones se
producen de forma no premeditada por los joyeros o se encuentran así en la
naturaleza, resultando que el oro se
amalgama con el mercurio. Una amalgama,
en química, es la aleación de mercurio con otro metal. Por lo general, el
mercurio se amalgama con el oro y con la plata lo cual llevó a las personas que
trabajaban con oro hace algunos años a hacer algo para que el oro pudiera extraerse
de forma pura. Ellos simplemente calentaban la piedra durante un tiempo, y
posteriormente observaban si tenían oro o no. Ahora se conoce con exactitud que
se calienta la mezcla de oro y mercurio
a unos 360
ºC,
temperatura a la cual el mercurio se
evapora pero no el oro (el oro se evapora por encima de los 900 ºC), y por
consiguiente queda la pieza de oro puro.
Te preguntarás ¿Para qué tanta información acerca del oro? Y respondo, toda esta
información es para poder comprender mejor el proverbio de hoy que dice:
El fuego prueba la pureza del oro y de
la plata, pero la persona es probada por las alabanzas que recibe. Proverbios 27:21
Así como con el fuego el joyero puede
saber si está en frente de una joya valiosa o de algo que “parecía valioso”
pero no es, así mismo nosotros, los seres humanos, somos probados cuando los demás nos alaban; en esos momentos es que
vemos que clase de personas somos, si somos una joya verdadera o simple
fantasía.
Cuando alcanzamos una meta, cuando
logramos un sueño, cuando tenemos éxito, puede ser un título académico, una
promoción en el trabajo, la compra de la casa que siempre soñamos, una
excelente conferencia, varios “Me gusta” en el facebook cuando publicas algo
interesante (NO estoy hablando de fotos en el baño xD), un tweet con muchos RT,
incluso un buen artículo en tu blog, uno como este (es broma jajaja) ; y viene
alguien a felicitarte por ese logro, a decirte lo bien que lo hiciste, lo mucho
que te esforzaste por lograrlo:
¿Cuál
es tu primera reacción? ¿Qué es lo primero que piensas?
¿Qué
es lo primero que dices? ¿Qué es lo
primero que sientes?
¿Qué
haces?
Por más increíble que parezca, es justo en esos momentos en que más
vulnerables estamos. Después de una gran victoria corremos el riesgo de
tomar lo que NO nos pertenece: la Gloria que le corresponde única y
exclusivamente a nuestro Dios.
En Isaías
42:8 nos dice Dios mismo: “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro
no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.”
Tenemos un Dios que no comparte
su gloria con nadie, nunca lo ha
hecho, nunca lo hará y así debe ser, porque Él se merece la gloria y la
alabanza, no nosotros. Es tan peligroso eso de querer llevarnos las alabanzas
que le corresponden a Dios, que en Ezequiel 28 se nos dice que fue lo
que pasó con Luzbel “Tú,
querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto
eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en
ti maldad.” Ezequiel
28:14-15 Hoy, Luzbel es conocido como Satanás, nuestro
archienemigo; todo le pasó porque “Se enalteció tu corazón a causa de tu
hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor…” (Ezequiel
28:17). Es un llamado de atención para ti y para mí, Dios no comparte su gloria con nadie.
Venezuela, este hermoso y bendecido
país donde me toco nacer, es conocida en el mundo por el “oro negro”, los jugadores de beisbol que llegan a las
Grandes Ligas, y las impresionantes bellezas naturales. Y si, las mujeres
forman parte de esa belleza. El concurso
del Miss Venezuela donde se elige a “la mujer más hermosa del país”; es uno
de los programas más vistos dentro y fuera del país gracias a la bien ganada
fama de las mujeres venezolanas como las mujeres más hermosas del mundo
(opinando muy objetivamente claro jajaja). Luego de su elección, la Miss se
prepara para concursar en el Miss
Universo, donde “según” se elige a la Mujer
más Hermosa del Universo (aunque solo compitan terrícolas ¡Ja!), después
que la Miss gana este certamen se les abre un gran racimo de oportunidades para
hacer algo relevante en el mundo. En la Biblia,
hay una historia que incluye tanto los concursos de belleza como lo que se
puede hacer después de alcanzar la corona. En el Libro de Ester, nos dice la Biblia que ganó lo que hoy llamaríamos
un concurso de belleza, y halló gracia delante del Rey Asuero colocándole la corona a Ester en lugar de la reina Vasti. Por cosas de Dios, el pueblo
judío del cual ella formaba parte se vio inmerso en un gran problema en el que
planeaba la destrucción de todos, y su tío Mardoqueo
fue hablar con ella para que ella
hablara al respecto con el Rey Asuero.
Le dijo algo muy puntual que dice: Si
te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los
judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién
sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?
Ester 4:14 NTV. Y es que efectivamente, Ester llegó a
ser reina para precisamente ese momento. Dios
sabía lo que hacía con Ester y sabe lo que hace con nosotros. Dios sabe
porque te ha colocado en el lugar de eminencia en el que estás. Dios sabe
porque has sobresalido en el área que sobresales, Dios sabe para qué te ha dado
el talento extraordinario que tienes. La
pregunta es ¿Lo sabes tú?
Max
Lucado, en su libro “No se trata de mi” nos expresa que “Dios
le permite a usted destacar para que así usted pueda darlo a conocer”. Si
Dios ha querido que tengamos éxito en nuestra vida estudiantil, laboral,
personal y espiritual es con el objetivo de que lo demos a conocer a ÉL, porque
sin su ayuda no hubiera sido posible. Seamos
inteligentes, usemos esas plataformas únicas que se nos abren cuando hemos
alcanzado el éxito para hablar de Dios, de su amor, y de su misericordia.
Es necesario que entendamos y nos recordemos que Él nos hizo y no a nosotros mismos (Salmo
100:3); que aunque ciertamente trabajamos y nos esforzamos, a veces nos
toca sembrar, en otras segar, pero el crecimiento lo ha dado Dios (1 Corintios 3:6-7); y que
podamos recibir con mansedumbre lo que nos dice el Apóstol Pablo: porque es Dios quien los motiva a hacer el
bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere
(Filipenses 2:13)
Si queremos ser joyas verdaderas
delante de Dios, desviemos los aplausos hacia Él, el reconocimiento que puedan brindársenos
aquí en la tierra entreguémoselo a Él, porque absolutamente TODO lo que logremos
aquí en la tierra será gracias a que Él lo quiso así.
Que cuando venga “el fuego de la adulación”, EL MERCURIO (orgullo, vanagloria) se haya
evaporado y seamos ese ORO PURO que Dios quiere que seamos.
No dejemos por nada del mundo que las
alabanzas
nos desvíen del único que merece las
alabanzas.
Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?
ResponderEliminarJustamente ayer leía este versículo en mi Biblia, y me gusta mucho. Como personas con valor de oro puro, debemos saber que estamos cumpliendo propósitos & comisiones de Dios en esta tierra, y si nos encontramos en un buen lugar con éxito laboral, académico, personal, espiritual, etc., la gloria debe ser para Dios...Porque sino las palabras de ese mismo versículo pueden ser aplicadas a nuestra vida y Dios fácilmente puede quitarnos de donde estamos y colocar en nuestro lugar a alguien que si cumpla lo que él mandó.
Así es Karen. Agradezcamois a Dios por todas las oportunidades que nos da en la vida y hagamos todo para la gloria y honra de su nombre. Saludos ;)
ResponderEliminarMuy buen comentario,me ayudo mucho a mi aprendisaje de este proverbio! Pero seria aun mas genial si también pudieras brindar estrategias o herramientas que podamos usar para no tomarnos la gloria cuando recibimos bonitos comentarios u otro tipo de alabanzas,usando ejemplos, yo pense en algunos,pero me encantaria saber de otras estrategias,quizas tambien puedas compartirnos,Me ayudaria mucho,gracias y Dios te bendiga��
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