“El
SEÑOR dirige nuestros pasos, ¿por qué tratar de entender todo lo que pasa? “ Proverbios
20:24 (Nueva Traducción Viviente)
Que
mala costumbre la de nosotros los humanos la de preguntar, cuestionar, y
algunos más osados, hasta interrogar a Dios sobre las situaciones que acontecen
en la vida y que nuestro entendimiento no logra comprender. Y el problema es
que ¡queremos entenderlo todo, queremos saberlo todo y tener todo bajo control!
En pocas palabras, queremos quitarle el trabajo a Dios. Esto me hace recordar
una película cómica de hace varios años “Todopoderoso” (Bruce Almighty su título
original), protagonizada por Jim Carrey donde personifica a Bruce Nolan un reportero que al no
conseguir el puesto que anhelaba en su trabajo, comienza a quejarse delante de “Dios”
y éste le concede sus poderes para que sepa lo difícil que resulta para el hombre
ser el Todopoderoso. Al final de la
película, Bruce reflexiona sobre el “trabajo” que significa ser Dios, y
reconoce que lo afortunado que somos en la vida al tener a Dios realizando sus
labores.
El
reconocido Dr. James Dobson,
en su libro “Cuando lo que Dios hace no tiene sentido” nos narra un conjunto
de sucesos reales (algunos de ellos devastadores) en los cuales queda muy claro
que nuestras capacidades intelectuales no están a la altura de la omnisapiencia
de nuestro Padre Celestial. Muchas de las situaciones, simplemente, no la
entenderemos aquí en la Tierra (y no estoy muy seguro que si en el cielo jeje)
Encontramos
en Isaías 55:8 lo siguiente: “Porque
mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová”. Queda muy clara la diferencia (abismal) entre Dios y
nosotros. A veces nosotros estamos pensando hacerlo de una forma, viene Dios, y
nos dice exactamente lo opuesto; es ahí en ese momento en que tenemos que
pensar que Dios lo sabe todo y quiere lo mejor para nuestra vida.
Quiero
resaltar que NO considero que esté mal consultar a Dios en todas nuestras
decisiones, todo lo contrario, tenemos que consultar a Dios en TODO para vivir
de forma correcta. Me refiero a esas situaciones donde llegamos al punto de
preguntar ¿por qué nací en esta familia? ¿Por qué Dios me habrá llamado a este
ministerio? ¿Por qué no puedo predicar si ya estoy listo para hacerlo? ¿Por qué
tengo que obedecer al pastor? ¿Por qué tengo que someterme a las autoridades? ¿Por
qué Dios me habrá enviado de misionero a China? entre otras interrogantes, y
llega el punto en el que pensamos “esto como que no va por buen camino” y no
conforme con eso, dejamos de obedecer a Dios porque no entendemos todo lo que
está pasando en nuestras vidas.
Creo
firmemente que NO estamos llamados a entender todas las instrucciones que Dios
nos da en la vida, pero SI estamos llamados a obedecerlas (si Dios es nuestro
Señor claro está) El hecho de que no entendamos no implica que no obedezcamos a
Dios.
En
lo que muchos llaman “El Salón de la Fama de la Fe” (Hebreos 11), Dios nos habla sobre ciertos héroes de la Fe que
obedecieron sin entenderlo todo: Noé construyó el arca ¡cuando nunca había
llovido en la tierra!, Abraham salió de su tierra sin saber a dónde iba y no
solo eso, fue a sacrificar a su propio hijo aun cuando no entendía muy bien esa
orden de Dios.
En
noviembre de este año tuve el privilegio de asistir la conferencia “Cristianos Inteligentes”
donde el Dr. Lucas Leys nos hacía un llamado a la juventud venezolana (y los
adultosaurios que estaban coleados por ahí jaja) a obedecer a Dios y
reflexionar sobre una frase que es muy cierta:
Porque no hay nada más inteligente
que hacer la voluntad de Dios.
El
llamado es claro, si Dios tiene el control de nuestra vida ¿por qué vamos a
tratar de entenderlo todo? Mantengamos la paz y confiemos en El, sabiendo que
su voluntad es BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA.
Para
concluir, les dejo mi frase que titula y redondea esta nota:
Obedezcamos
a Dios aunque no entendamos ni pío (los
venezolanos me entienden).
Dios les
bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario