lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Qué celebramos?





He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:23


Como dicta el encabezado de este blog “Un lugar donde reflexionar sobre la sabiduría celestial que emana la Palabra de Dios, centrándonos mayoritariamente en el libro de Proverbios hoy NO escribiré sobre ningún proverbio debido a la fecha en la que estamos, no puede pasar debajo de la mesa. Estamos en Navidad y el mundo entero celebra (sea o no el día correcto) el Nacimiento de Jesús. Un nacimiento que la historia dividió y cambió el rumbo de la humanidad para siempre. Es bien sabido que hay personas que no están de acuerdo con celebrar la navidad por diversos motivos. Algunos alegan que en sus inicios fue una fiesta pagana (es cierto lo de la fecha), otros expresan que celebrar la Navidad es adorar a Santa Claus, otros dicen que Jesús no nació un 25 de diciembre (lo cual es cierto), y otros dicen que Jesús no mandó a recordar su nacimiento sino solo su muerte (también es cierto). Al final, todo depende de qué es lo que cada quien celebra.

Personalmente celebro que nació Jesús. Si, Emanuel, Dios con nosotros. Dios se hizo hombre para relacionarse con el hombre y no solo eso, para salvarlo. Pregunto, ¿No es algo para celebrar?  Celebramos los cumpleaños, celebramos cuando gana nuestro equipo de fútbol o beisbol favorito, celebramos cuando alcanzamos un ascenso en el trabajo o cuando alcanzamos un grado académico, entonces, ¿No es para celebrar y en grande que El Salvador de la humanidad vino al mundo?  Repito: Todo depende de que es lo que cada quien celebra.  Porque tenga un árbol de navidad en la casa no quiere decir que quiera ser druida o que ya lo sea,  porque si cada árbol del mundo es símbolo druida entonces no sé de qué material vamos a hacer los lápices, los muebles, las mesas entre otros objetos. Que tenga un Santa Claus en la casa no quiere decir que ahora le rinda culto a Santa Claus y le haga oraciones ni nada por el estilo. Por ahí leí que hasta las bolas que se guindan de los árboles de navidad son malas porque son de origen egipcio y representan a su “dios solar”. ¿Qué tal? Prácticamente entonces no podemos jugar ningún deporte con balones porque estaríamos usando a un dios egipcio. Es algo tan insólito que es probable que el beisbol y el fútbol si sean visto con buenos ojos porque se trataría a los “dioses solares” con bates y patadas (seguramente un nuevo nivel de guerra espiritual ¡ja!)

¿Saben qué? (asocia: Miss Venezuela, 2012, ronda de preguntas, Ismael Cala, ¿ya? ríase pues) la gran mayoría de plantas, animales y cualquier cantidad de objetos, incluso fechas han sido utilizadas por el diablo para sus propósitos malignos. Si por eso no podríamos hacer uso de ellos, ¿entonces? ¿Qué vamos a hacer en este mundo? 
Un ejemplo simple: Las velas son usadas en muchos rituales satánicos. Pregunto entonces, ¿No podemos usar las velas? ¿Qué vamos a hacer los venezolanos cuando se vaya la electricidad y no tengamos linternas? Otro ejemplo: las calabazas son usadas en Halloween. ¿No podemos comer calabazas?  Y lo de los dioses paganos  es interminable, sino pensemos que los indígenas adoraban al sol (los egipcios también), ¿no podemos salir en el día porque estaríamos disfrutando de un dios egipcio? Esa forma de pensar sólo ofrece una solución: vivir fuera de este mundo, mejor dicho, de esta galaxia  (literalmente) porque también habían personas (quiero creer que ya no) adoraban al sol, la luna y las estrellas.

Insisto, todo depende de qué es lo que cada quien celebra. Es cierto que Jesús no nació en diciembre, pero yo celebró que Jesús nació, el día, el mes, incluso el año en que haya ocurrido (no quiero añadir más incertidumbre al tema pero ahora surgen dudas si el año 0 es el año 0 ¡Ja!) es que no hemos recibido un regalo mejor que ese. Lucas 2:10-11 nos dice: “Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” Que noticia tan maravillosa. Y es que los regalos son buenos SIEMPRE, no importa la fecha. Si Dios te dijera que te va a regalar un carro en el 2013, ¿importaría mucho la fecha? (se que algunos estarían pensando que sería conveniente el 1 de enero del 2013 jaja) pero en realidad la fecha no importa tanto para Dios como lo importa para nosotros. Dios no está sujeto a tiempo. Lo que sí es seguro es que (si eres de los cristianos agradecidos) agradecerías por el auto cada día incluso aún cuando no lo tuvieras todavía estacionado en el garaje. Dios no nos dio un carro, ni una casa. No nos dio un iPhone o una cuenta bancaria de varias cifras. Nos dio algo mejor. Nos dio a su Hijo, nos dio la salvación que es hermosa, grandiosa y maravillosa.

Lo que me resulta más llamativo de esta época es que la gran mayoría de las personas en el mundo (que no conocen a Dios) están extraordinariamente abiertas a oír las buenas noticias del evangelio. Y  yo soy de los que piensa que cualquier razón es buena para predicar el nombre de Cristo. El Apóstol Pablo en su epístola a los Filipenses (1:15-18) les dice algo que todavía sigue retumbando en mis oídos (como las campanas navideñas ¡Ja!): “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o POR PRETEXTO O POR VERDAD, CRISTO ES ANUNCIADO; Y EN ESTO ME GOZO, Y ME GOZARÉ AÚN.

¿Cómo no gozarnos si Cristo es anunciado? ¿Cómo no gozarnos al oir que los villancicos y aguinaldos en su gran mayoría hablan del Mesías? ¿Cómo no gozarnos al ver películas de Jesús en los canales de TV  donde generalmente hay películas con alto contenido de violencia y lujuria? ¿Cómo no gozarnos si en la mayoría de las redes sociales vemos mensajes de amor y de paz? Yo soy de los que decide gozarse. Me gozo en Dios y le agradezco cada día por enviar a Jesús a este mundo a vivir y morir por nuestros pecados. Un Salvador al cual amamos y necesitamos.

Para concluir les comparto algo que leí en un libro de Max Lucado llamado “Cuando Dios susurra tu nombre” donde  nos cuenta como le llegó una tarjeta navideña que decía lo siguiente:

Si nuestra mayor necesidad hubiese sido la información,
Dios nos habría enviado un educador.
Si nuestra mayor necesidad hubiese sido la tecnología,
Dios nos habría enviado un científico.
Si nuestra mayor necesidad hubiese sido el dinero,
Dios nos habría enviado un economista.
Pero como nuestra mayor necesidad era la del perdón,
Dios nos envió un Salvador.

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Feliz Navidad. Celebremos a Jesús. Navidad es Jesús.

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